Las lenguas de la familia quechua se caracterizan por ser aglutinantes, y tener raíces regulares que se unen a un importante número de sufijos para formar palabras con una gran plasticidad de significados. Algunas características gramaticales notables incluyen la conjugación bipersonal (los verbos concuerdan con el sujeto y el objeto), evidencialidad (indicación de la fuente y la veracidad del conocimiento expresado), una partícula de tópico y sufijos que indican quién se beneficia de una acción y de la actitud del hablante al respecto, aunque algunas lenguas y variedades pueden carecer de algunas de estas características.
El quechua habría tenido su origen en una lengua de la región central y occidental del Perú. Esta protolengua habría generado dos variantes a mediados del I milenio las cuales a su vez originaron las dos ramas de la familia que fueron extendiéndose y diversificándose a través del territorio andino en oleadas sucesivas desplazando o superponiéndose muchas veces a un sustrato aimaraico precedente. Hacia el siglo XV, el llamado quechua clásico se convirtió en una importante lengua vehicular del Antiguo Perú y fue adoptado como lengua oficial por Estado incaico. Esta variante fue la lengua más importante empleada para la catequesis de los indígenas durante la colonia. A inicios del siglo XX, el quechua sufrió un retroceso por el avance del español a través de la escolarización del medio rural.
En habla cotidiana, es común mencionar al quechua como una lengua natural, a pesar de que los quechuahablantes son concientes de la divirgencia interna del mismo, comparable al de las lenguas eslavas o las lenguas romances.[1] A mediados del siglo XVII quedó extendido el mito de que las formas diferentes al quechua de la corte cuzqueña serían corrupciones del quechua. En la ideología indigenista, el quechua cuzqueño –no ya el clásico, sino el moderno– llegó a considerarse como el quechua prístino. En la década de 1960, los estudios sistemáticos de las variedades menos documentadas a la época de la familia fundamentaron la existencia de lenguas separadas dentro del quechua.[2]